Te has parado a pensar un momento, y preguntarte:
¿Qué legado o huella quiero dejar como entrenador?
Si la respuesta es: ganar campeonatos; te diré que dependerás mucho de, si la “pelotita” pega en el palo y entra o sale. También, dependerás del jugador de turno, si es preciso en el remate o no, o estarás en las manos del portero, si bloca con fuerza o se le escurre el balón, y también tu legado estará en los tacos del defensa, si se ancló bien a la hierba o resbaló, por usar las mejores botas de marketing del momento y no las de lluvia. Y así, puedo nombrar muchas cosas que no dependen de ti.
Como habrás visto en el párrafo anterior, si el legado que quieres dejar como entrenador, es solamente el de ganar campeonatos, es bastante inestable, porque en su mayoría no depende de ti solamente. Ahora bien, si te interesa dejar un legado, o una huella como entrenador, tendrás que centrarte en cosas que dependen pura y exclusivamente de ti.
Hay entrenadores que han ganado pocos títulos (por ejemplo, Bielsa o Klopp hasta hace poco) o ninguno (categorías inferiores), pero pese a ello, son leyendas para muchos futbolistas e hinchas, porque algo les ha dejado a ellos, que les sirvió para ser mejores a nivel deportivo y/o personal.
Un entrenador, sea amateur, profesional, de primera o última división, tiene el poder de influir en los jugadores, tanto de manera consciente o inconsciente, provocando en ellos un impacto positivo o negativo.
Dejar un legado o una huella, es ir más allá de ganar un campeonato o un derbi. Es la capacidad de conectar con las personas, y dejarles algo que les ayude a ser mejores.
Se puede dejar una huella en tus futbolistas a través de tus valores, una visión, el trato con el que te diriges a ellos, un consejo, ayudar a mejorar una determinada habilidad, escucharlos, acompañarlos, desarrollando su potencial, haciéndoles ver que la vida no se resume únicamente al fútbol, ampliando la conciencia de lo importante que es un equipo, y fortaleciendo su confianza.
Todo esto que menciono depende pura y exclusivamente de ti, de nadie más, si no lo haces, no es porque no puedes, sino porque no quieres. Aquí no dependes de nadie, solamente de ti y nadie más.
Dejar un legado, no es decir: “que me recuerden como un buen entrenador”, es algo más profundo, porque eso es una generalidad, un tópico.
Dejar una huella, es que alguien diga de ti: “He tenido un entrenador, que en el momento deportivo más difícil que he tenido, me ayudó a ver todo lo que podía dar, y me apoyó transmitiéndome confianza, compromiso, disciplina, y muchas horas practicando conmigo para salir adelante. Esto es un legado, porque habrás conectado con esa persona para el resto de su vida.
Ganar campeonatos es algo maravilloso, pero dependes de muchas personas y circunstancias para conquistarlo, pero, sin embargo, dejar un legado o una huella, depende pura y exclusivamente de ti.
Después de leer esto, te pregunto:
¿Qué legado estás dejando como entrenador a día de hoy?
¿Cómo te gustarían que te recuerden?
Autor: Germán Antelo
Lo pueden seguir en Twitter e Instagram: @coachgerman72
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