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La figura del entrenador de hoy en día, no tiene absolutamente nada que ver, con la de hace un tiempo atrás. Nos encontramos en una etapa, en donde el entrenador es un líder de proyecto, y como tal, debe incorporar y ensamblar a todas las piezas que necesita, para lograr que sea un proyecto interesante, motivador e inspirador.

Las nuevas generaciones de futbolistas (me voy a centrar en los profesionales), y más los que tienen posibilidades de jugar en equipos importantes del mundo, a la hora de fichar por un club, el factor del dinero, ya no es tan determinante (también está sucediendo en el mercado laboral), si no que precisan más cosas.

Muchos de estos futbolistas, son pretendidos por varios clubes, por lo cual el aspecto económico es algo que está cubierto, pero ellos a la hora de aceptar una oferta, quieren saber quién es el entrenador, qué propuesta de juego tiene, qué objetivos deportivos busca, y cuál es el rol que tendrá en el juego y equipo.

Anteriormente, los futbolistas, elegían un club por dinero y prestigio, y hacían caso al entrenador de turno, les gustase o no, y el míster se dedicaba a entrenar, pensar la estrategia para el partido, y hacer la alineación. Pero esto ha cambiado. Ya no vale que el entrenador haga esa tarea. Ahora debe crear un equipo de colaboradores competentes, crear un proyecto que inspire a todos, y convencer o atraer a los futbolistas para que jueguen en su equipo.

Recuerdo hace años la frase de:

“Si no le doy explicaciones de por qué juega, menos se las daré, cuando no juega.”

Sí, en los tiempos que corren, los entrenadores que apuestan por esta perspectiva, seguramente tendrán muy difícil atraer talento, y tener un equipo unido y comprometido. A día de hoy, los futbolistas necesitan ser entrenados por alguien, que les ayude a crecer, desarrollar su talento, y mejorar como deportista (y persona). Esta es la clave, las nuevas generaciones y muy buenos futbolistas quieren que su entrenador les haga mejor, por eso muchos van corriendo a los equipos que entrena Klöpp, Guardiola, Bielsa, Ancelotti, etc. Porque saben, que con estos aprenderán algo nuevo, y les permitirá subir de nivel.

Hay entrenadores, que solo se centran en “un once tipo”, tres recambios, y al resto les deja, a que se “busquen la vida” el resto de la temporada. No los tiene en cuenta, solamente recurre a ellos, cuando se lesiona alguien, y esto es muy contraproducente. Porque crea división en la plantilla, resta espíritu de equipo, y crea una atmósfera de desmotivación en el grupo, porque ya se sabe quienes juegan (lo hagan bien o mal), y los que están de relleno.

El entrenador de hoy, debe ser un líder inspirador, y esto se traduce en: motivarlos a todos (fundamente a los que juegan poco), debe trabajar en mejorar a los futbolistas, tener un proyecto en el que se sientan importantes todas las personas, y creer totalmente en lo que hace, porque si esto, no se puede convencer a nadie.

Solamente los entrenadores inspiradores, pueden atraer talento a sus equipos, y hacerlos mejores, lo cual dejará una huella importante en ellos. Y esto, es lo que permitirá crear equipos de leyenda.

Autor: Germán Antelo Solozábal (Coach Ejecutivo | Especialista en Liderazgo directivo)

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