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Como entrenador de fútbol, siempre hay que tener cuidado de no caer en la trampa de la autocomplacencia. Aunque la mayoría de los formadores trabajan de forma voluntaria, no significa que tengan menos responsabilidad en el desarrollo de los niños y jóvenes. Los siguientes pasos deberían ayudar al aspirante a entrenador de fútbol a comenzar por el camino correcto.

1 – Nunca dejes de aprender

¿Por qué los futbolistas deben venir a entrenar? La propuesta de valor es que, como resultado, mejorarán

No hay progreso sin entrenamiento, es así de simple.

Sin embargo, ¿Por qué no debería aplicarse lo mismo al entrenador? Solo tienes que mirar la gran cantidad de videos de tácticas que tenemos en Youtube, entrar a nuestro sitio web o leer libros especializados, para aprender una y otra vez nuevos ejercicios y tácticas. ¡Ánimo!, una hora de “estudio” a la semana ampliará tu conocimiento del juego y lo alentará a crear tus propias ideas.

2 – Ganar no es lo más importante

Recuerda siempre que ganar no lo es todo. No se deje presionar para priorizar “ganar” sobre “mejorar”. Si ganas más partidos, ¿automáticamente mejoras a los jugadores? No necesariamente. 

Ganar es bueno como elemento motivacional y eso logrará una mentalidad ganadora en tus jugadores, pero no se deje engañar poniendo el foco en los jugadores más rápidos y talentosos.

3 – Desarrolla las habilidades básicas constantemente y a edades tempranas

Trabaja el desarrollo de la confianza en la posesión del balón. Los pases, recepciones, movimientos a los espacios, el control del balón, etc. aplicada a tareas o ejercicios hace que los futbolistas jóvenes encuentren soluciones cuando tienen el balón. Esto es difícil de dominar, especialmente a una edad muy temprana, y algunas personas lo encuentran absurdo. Pero tan pronto como hay mejoras en esta área, todo lo demás se vuelve más fácil.

4 – No te limites a posiciones

El hecho de que ciertos jugadores tengan habilidades que les permiten jugar bien en cierta posición, no significa que alcanzar su máximo potencial deba estar restringido. Cambia las tornas como entrenador de fútbol. 

Por ejemplo, ponga en defensa al extremo rápido o al delantero. Las ideas ayudan a los jugadores a interpretar mejor sus tareas. Además, cuanto más alta sea la división, mayor será el requisito de tener habilidades generales. Los delanteros hacen un trabajo defensivo, los defensores determinan la apertura del juego, hay una rotación constante. Los jugadores que pueden jugar en múltiples posiciones tienen claras ventajas.

El entrenamiento y los ejercicios de fútbol no lo son todo

5 – Establece tus reglas personales. Respeta y hazte respetar.

Este punto es igual de importante para ti, tus jugadores y, en el caso de los niños, sus padres.

  • Cuando se trata de niños más pequeños (menores de 10 años), es importante darles tanto tiempo de juego como sea posible para desarrollar sus habilidades y confianza.
  • Incluso a la edad de 11 a 14 años, también es importante dar a los jugadores tiempo en el campo. Sin embargo, es igualmente importante una actitud correcta en el campo de entrenamiento siendo así recompensado con una convocatoria en la selección del equipo. Esta puede ser una edad difícil ya que los jugadores jóvenes se encuentran en una etapa de sus vidas en la que intentan establecer su propia personalidad. Esto puede llevarlos a ser disruptivos, perezosos o egoístas (todo el mundo sabe lo que eso significa).
  • Finalmente, cuando los jugadores entre en la adolescencia (15+), tendrán ya fuerza en su carácter necesaria para trabajar duro e imponerse.

Las reglas ayudan en el trato con los jugadores y los padres.

Es muy importante que cumpla con las reglas que se ha fijado, sin importar las posibles consecuencias. Porque si no lo haces, por un lado, no te tomarán en serio y te perderán el respeto, y por otro dañará la motivación de los jugadores.

6 – Establezca reglas de equipo y respétalas

Aquí, también, están las tres partes bien involucradas. Padres, niños y entrenadores.

Establezca las reglas del equipo y déjalas bien clara a los jugadores y sobre todo a los padres antes de la temporada. Deje claro que TÚ eres es el responsable del entrenamiento y la formación deportiva. Pero también asegúrate de estar siempre preparado con tus planificaciones de entrenamiento bien elaboradas y también de cumplir con sus reglas.

Los entrenadores de fútbol necesitan apoyo humano.

7 – Pide ayuda

Si está tratando de entrenar a 12 o más jugadores, probablemente pase la mitad del tiempo explicando los ejercicios.  ¿Qué pasa si quieres entrenar a alguien individualmente? ¿Están los demás parados alrededor? Pida ayuda e intente obtener personal con ganas de aprender y ayudar; incluso si son padres dispuestos y motivados, siempre que entiendan su filosofía, lo ayudarán.

8 – Nunca dejes de formarte

Puede que sepas mucho de fútbol y seas consciente de las necesidades de cómo ser un buen entrenador, pero ¿cuál es la mejor forma de transmitirlo a los niños y jóvenes? No necesariamente tiene que ser teniendo un diploma de entrenador y una pizarra táctica, otros aspectos también juegan un papel muy importante en el fútbol base. Piensa ¿Cómo puedes mantenerte motivado? 

Recuerda: establece un enfoque, una filosofía y elige tus entrenamientos en consecuencia. Sé claro, transparente, demuestra que todo lo que entrenas tiene un por qué, un objetivo. Ser así no solo aumenta la confianza de los jugadores en ti, además, aumenta automáticamente la competencia, diversión, y, por tanto, la motivación

Para seguir formándose como entrenador de fútbol te dejamos a continuación una serie de cursos que te podrán ayudar a seguir tu camino.

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