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Los artículos y vídeos de “Fútbol Secrets” te darán una visión muy clara sobre las distintas tácticas que podemos usar para llevar nuestro juego al siguiente nivel. En este artículo, pretendemos recoger todos los principios tácticos ofensivos del fútbol que existen. ¡Bienvenido! Has topado con el fútbol que se aprende.

CONTROL DE JUEGO

Se dice que un equipo lleva el control del juego cuando supere al rival, obligándole a hacer lo que no tenía pensado. Obligándole a jugar cerca de su portería, controlando en todo momento el tiempo y el espacio.

Si queremos poner un ejemplo de un equipo que se especializó en el control del juego, sin duda tenemos que hacer referencia al mítico Barcelona de Pep Guardiola. Ese ha sido el equipo que de mejor manera llevó el control del juego, quizá en toda la historia del fútbol. Ahora, si bien ese Barcelona tuvo una generación única de jugadores, tenemos que hablar de su entrenador, que sin duda es un especialista en la materia. Actualmente, Guardiola es el director técnico de Manchester City, equipo que persigue la misma línea de control, y lo mismo sucedió con el Bayern Munich cuando fueron dirigidos por el catalán.

¿Qué conseguimos controlando el juego?

Podrá sonar muy obvio hablar de que, si se controla el juego, se incrementan las posibilidades de obtener un buen resultado, pero, ¿qué es lo que conseguimos de forma práctica al controlar el juego?

  1. En principio, algo obvio. Con el control del juego, será tu equipo el que tenga la posesión del balón, y no el equipo rival.
  2. Por otro lado, también será tu equipo el que tenga la iniciativa del juego.
  3. Por otro lado, controlando el juego, podrás controlar la intención de mantener un resultado. Si ere tú el que domina la posesión del balón, tu podrás decidir si atacas más o menos. El control del juego te dará esa posibilidad.
  4. Finalmente, podrás jugar con el tiempo. Si es tu equipo el que va ganando y quedan pocos minutos en el reloj, teniendo el control del juego podrás enfriar las acciones, evitando que el equipo rival tenga la posibilidad de hacerte daño. Por el contrario, si vas perdiendo y el tiempo está por expirar, con el control del juego tendrás tendrás a tu alcance la posibilidad de lanzarte al frente en busca del gol del empate.

¿Cómo podemos romper nosotros ese control del juego en el equipo rival?

Ahora, existe la posibilidad de que sea el rival quien tenga el control del juego. Para romper con dicha situación, existen algunas alternativas:

  1. Podemos cambiar el ritmo defensivo o realizar un pressing colectivo, que, dicho en otras palabras, es acosar al rival que tenga el balón. Con esto, lo que se busca es romper el rito de juego de ese rival para que tu equipo deje de ser el dominado y pueda convertirse en el dominante.
  2. Haciendo una profundidad defensiva a lo largo y a lo ancho del campo. Con esto, lo que buscamos es reducir las posibilidades de ataque que pueda tener el rival.
  3. Otra forma de romper el control del equipo rival es haciendo ayudas defensivas, para complicarles las cosas a la hora de conservar el balón.
  4. Temporización defensiva: Aquí, lo que buscaremos es colocar a nuestro equipo de modo que las condiciones estén dadas para realizar un pressing colectivo que resulte efectivo a la hora de robar el balón, quitando así el control del juego
  5. Finalmente, mediante un repliegue a la zona fuerte del balón, para que el equipo rival no pueda circular el balón de forma rápida y que se le pongan trabas para poder robarlo y que no nos haga daño.

CONSERVACIÓN DEL BALÓN

En este artículo, hablaremos de un principio táctico ofensivo de control: La conservación del balón. Este concepto está muy ligado al control del juego que ya hemos explicado anteriormente.

¿Qué es la conservación del balón?

La conservación del balón es mantener la posesión del balón el mayor tiempo posible para ser el dueño del juego y así lograr el objetivo de meter gol.

Son muchos los entrenadores que le dan prioridad a este principio, pero debemos de mencionar a Pep Guardiola como el máximo ejemplo al respecto. En su etapa en el Barcelona, por lo general el cuadro culé tenía el balón más del 60% del juego, y ahora, como entrenador del Manchester City ha mantenido esta filosofía, buscando priorizar siempre la posesión y la conservación de la pelota. Por citar otro ejemplo, también podemos hablar de lo que fue Bayern Munich en su etapa bajo las órdenes de Hans-Dieter Flick.

¿Qué necesitamos para tener una buena conservación del balón?

Podrá parecer un concepto muy simple, pero para conservar el balón, necesitamos cumplir varios requisitos:

  1. Debemos tener muy buena técnica individual de pase y recepción.
  2. También, es importante tener un gran conocimiento de desmarque, tanto de apoyo como de ruptura.
  3. Necesitamos entrenar también el ritmo coordinado de juego. Este concepto está relacionado con los toques del balón. Para que un equipo tenga buena conservación de balón no deben de conducir la pelota por mucho tiempo; más bien tienen que dar pocos toques, por lo general deberán de ser 2 o 3 toques como máximo, pero incluso se llega al nivel de dar sólo un toque antes de pasar el balón.
  4. Movilidad de jugadores. También es muy importante que nuestro equipo se esté moviendo continuamente para dar opciones al compañero. A mayor movilidad, más difícil es la labor de defensa para el equipo rival.
  5. Está muy relacionado con el cuarto y se trata de dar múltiples líneas de pase, buscando con esto que el jugador que tenga el balón pueda darle continuidad a la jugada sin mayores problemas.

¿Qué conseguimos conservando el balón?

En principio, lograremos desgastar física y mentalmente al equipo rival. Si como equipo, debes de estar persiguiendo el balón continuamente, cuando finalmente logres recuperarlo te encontrarás fatigado, por lo que será más fácil que cometas un error. Con esto, nuestro equipo, ante una eventualidad pérdida, se encontrará en una situación ideal para recuperarlo nuevamente.

También lograremos tener la iniciativa del juego de forma continua. Si somos nosotros quienes tenemos la posesión de la pelota, entonces será nuestro equipo el dominador del tiempo, del espacio y del ritmo de juego. Controlar el tiempo es algo sumamente relevante para obtener un buen resultado final. Si nuestro equipo va ganando, quedan pocos minutos en el reloj y hacemos una buena conservación del balón, el equipo rival no tendrá la opción de robarnos la pelota y obviamente, no podrá atacarnos ni hacernos daño. Se sabe, y siempre se menciona que, el equipo que tiene la pelota, tiene que correr menos, por lo que el equipo rival tendrá que correr más mientras persigue el balón, y, además, no podrá generar peligro.

Ahora, ¿qué pasa si nos encontramos con un equipo rival que tiene la conservación del balón? ¿Cómo podemos romper con esa situación? Tenemos que hacer lo siguiente:

  1. Lo primero será buscar desequilibrar al equipo rival manteniendo un ritmo alto de juego.
  2. También es importante presionar al poseedor del balón para hacerle perder el control y que tome decisiones incorrectas
  3. Podemos marcar al hombre siendo muy agresivos en esa marca para poder robar el balón, y, por último,
  4. Imprimir mucha velocidad en acciones defensivas, para que el equipo rival no pueda atacar tan fácilmente y nosotros podamos mantener líneas para que no nos generen peligro.

CAMBIO DE ORIENTACIÓN

Ahora hablaremos de un principio táctico ofensivo de control: Los Cambios de Orientación, o también como son conocidos en otros lugares, los Cambios de Frente.

¿Qué es un cambio de orientación?

Los cambios de orientación son los golpeos de balón con cambios de trayectoria y dirección que se usan para aprovechar los espacios libres que deja el rival. Se pueden dividir en: amplio y profundo; corto, medio y largo; o diferente espacio (el central, los carriles y también están los carriles laterales). Lo explicamos con más detalle a continuación.

Tipos de Cambios de Orientación

Profundidad

Son los trazos que tienen como finalidad saltar líneas defensivas del equipo rival. Por poner un ejemplo, imaginemos la colocación de un equipo justo al arranque de un encuentro. Supongamos que la jugada inicia en saque de meta. El balón va para el central derecho, que alza la cara y busca un cambio de frente en profundidad. Lanzará un pase profundo buscando al volante izquierdo, esperando que este pueda ocupar los espacios libres en defensa. Ese sería un cambio de frente a profundidad.

Amplitud

Vamos a continuar con el mismo ejemplo del saque inicial. Supongamos que, tras ese primer toque, el lateral derecho se acerca atrae al central y comienzan a tocar en corto. Ahí aparece el volante y le hacemos llegar el balón para él. Ahora el volante hace un cambio de frente buscando la amplitud, esto porque el central ha jalado la marca del lateral, logrando que se haga un espacio, mismo que será aprovechado por nosotros.

Ahora, hablemos de los cambios de frente dependiendo de si son cortos, medios o largos:

Corto

El corto es quizá, el más simple de explicar. En nuestra jugada hipotética, el balón está en posesión de nuestro portero. Este le pasa el balón al libero y este hace un cambio de frente de un carril izquierdo a un carril derecho. Es un pase corto que tiene la intención de quitarse la presión del rival.

Medio

Sigamos con el mismo ejemplo. Nuestro portero le pasa el balón al líbero, este abre al central izquierdo y el enganche del equipo rival viene a presionar. Ante esto, nuestro central hace un cambio de frente del carril interior izquierdo al carril interior derecho, con un pase medio.

Largo

Vamos a hablar del mismo escenario. De nuevo del portero pasa el balón al libero, quien toma la decisión de abrir el juego al central derecho. Del otro lado del campo, nuestro carrilero izquierdo y el extremo izquierdo están esperando ese pase. Este es un cambio de frente largo. 

Cambios de frente en los diferentes carriles posibles

Ahora bien, dividamos la cancha en cinco carriles: 2 exteriores, 2 interiores y un carril central. El balón va al libero, que bien puede ir a carriles interiores, ya sea con el central derecho o izquierdo. También podría buscar los carriles exteriores e ir con los extremos de ambas bandas. De esta forma, yendo de carril en carril se pueden hacer cambios de frente en función de los carriles y los espacios y las alturas que queremos conseguir con ellos.

Recomendaciones para cambios de frente

Si tienen jugadores dotados técnicamente, puede usar esos cambios de frente o cambios de orientación para romper el marcaje del equipo rival, para aprovechar los espacios libres creados y para buscar la espalda de los adversarios.

Tenemos dos tipos de cambio de orientación. El directo, que lo realiza un jugador que se la pasa directamente a otro, y luego está el combinado, donde son la diversidad de pases que van realizando diferentes jugadores para hacer una acción de ataque. ¿Qué pasa si nos encontramos con un equipo rival que abusa de estos cambios de orientación? ¿Cómo podemos contrarrestarlo? Intentar presionar al poseedor del balón para que este no lance y si lanza que sea una toma de decisión incorrecta o precipitada. También hay que tener en cuenta las basculaciones para que, si las manejamos correctamente, aunque el rival haga un cambio de frente, no nos tome desprevenidos o descolocados. Por último, podemos defender en zona e intentar anticiparse para que no ocurra esa acción, ese cambio de frente.

VIGILANCIAS

En el siguiente bloque hablaremos de un principio táctico ofensivo de control denominado: “Las Vigilancias”. En principio, debemos de mencionar que estas se pueden dar tanto a la ofensiva como a la defensiva.

¿Qué son las vigilancias?

Las vigilancias son marcajes visuales de un jugador a otro del equipo rival que pudiera entrar en juego en cualquier momento. Pueden ser ofensivas y defensivas.

Vigilancias ofensivas

Las vigilancias ofensivas son aquellas que las realiza el equipo que tiene la posesión del balón. Sin embargo, estas no son realizadas por los jugadores que están activamente haciendo esa acción de ataque, sino por el resto del equipo, esos jugadores que pasivamente pertenecen al equipo de ataque pero que están atentos a los rivales por si hay un robo de balón. El objetivo es que, ante la pérdida súbita de la pelota, no estemos expuesto a una jugada de contra golpe en contra.

Estos se dan, por ejemplo, cuando el último hombre de tu equipo se queda vigilando el movimiento del delantero del equipo contrario. De esta forma, a la hora de que tu equipo pierda el balón y el contrario busqué al “9”, el último hombre de tu equipo podrá llegar bien o anticiparse a esta jugada y cortar el ataque del equipo rival.

Vigilancia defensiva

Son aquellas que realiza nuestro equipo cuando no tiene la posesión del balón. Un claro ejemplo que podemos poner es cuando el balón va de un costado a otro del campo. Cuando la esférica está, por decir, en la banda de la derecha, todos los jugadores están basculados hacia ese lado. Por tanto, al defender, tu equipo corre el riesgo de que, con un cambio de juego, un jugador del rival pueda colarse por el espacio dejado por el costado izquierdo. Aquí es en donde entra una vigilancia defensiva, pues el lateral izquierdo de tu equipo tendrá la responsabilidad de vigilar al jugador rival que se encuentre por ese costado y sin marca. Así, en caso de que venga el cambio de juego, tu lateral izquierdo va a poder llegar a tiempo a la jugada.

Cómo trabajar las vigilancias

Las vigilancias las podemos trabajar con un solo jugador, con varios jugadores, con una línea o incluso con un bloque.

Las vigilancias individuales son básicamente las que explicamos anteriormente, en donde es un jugador el que se encarga de vigilar a otro más. Tan sencillo como eso. Por lo tanto, hay muchas maneras de hacer vigilancias individuales.

Ahora vamos a explicar esa vigilancia que se puede hacer de varios jugadores. En este caso, simplemente es cuestión de que diferentes jugadores, en una misma jugada, vigilen a jugadores del rival. Un ejemplo sería el del cambio de juego que decíamos en las vigilancias defensivas. En este sentido, el lateral izquierdo y el volante izquierdo de nuestro equipo vigilarán al extremo y al lateral derechos del contrario, para que en caso de que venga el balón al otro costado, ambos defensivos de nuestro equipo se puedan activar y puedan llegar a presionar sin problema a estos dos jugadores.

Ahora podemos hablar también de una vigilancia en línea, que es básicamente también una de varios jugadores. Un ejemplo es cuando la jugada está en ofensiva para tu equipo y los 4 defensores tuyos permanecen al tanto de la línea ofensiva del contrario. A esto se le llama vigilancia en línea, porque es toda una línea de tu equipo la que está atento y preparados durante la jugada.

Finalmente, las vigilancias en bloque las podemos ejemplificar tomando como referencia a los 4 defensores del ejemplo anterior y al contención de tu equipo. Aquí, en caso de que tu equipo pierda la pelota, si estos cinco jugadores están haciendo una buena vigilancia, la podrán recuperar sin problema, involucrando un bloque del campo y cerrando espacios.

DESMARQUES

En este bloque hablaremos de un nuevo principio táctico ofensivo: El desmarque. ¿Qué es?¿Cuántos tipos hay?

¿Qué es el desmarque?

Un desmarque es la acción que nos permite alejarnos o acercarnos al adversario para tener mayores posibilidades de recibir un pase con espacio suficiente para crear peligro.

Nos podemos encontrar tres tipos de desmarque:

  • Los desmarques de apoyo: Se dan cuando los compañeros del poseedor del balón se acercan o se alejan del adversario para poder darles soluciones y que tenga continuidad la jugada.
  • Los desmarques de rupturas: Estos ocurren cuando los compañeros del poseedor del balón se alejan o se acercan, pero siempre en dirección a la portería. Tienen que buscar la progresión en el juego.
  • Los desmarques mixtos o combinados: se combinan los dos tipos de desmarque vistos anteriormente.

Tipos de desmarque

Desmarque de apoyo

Este se da cuando el jugador que quiere librar la marca del rival se acerca al compañero que tiene la pelota. En su mayoría estos se dan sin tener en cuenta la ubicación en el campo o la dirección a la que está la portería. Por ejemplo, si en un saque de meta el portero va con el central y este se ve presionado por los delanteros y otro compañero (por decir, el contención rival), se acerca para pedirle la pelota y pueda librar dicha presión y, a su vez, deshacerse de su marcador, estamos hablando entonces de un desmarque de apoyo.

Las ventajas de hacer un buen desmarque de apoyo son tres: Dar líneas de pase fáciles al compañero, la posesión del balón y la superioridad numérica.

Desmarque de ruptura

Por su parte, el desmarque de ruptura es cuando se tiene toda la intención de deshacerse de la marca de un defensa para ir con dirección a portería. Por ejemplo, cuando un lateral derecho aprovecha el espacio largo para pedir la pelota y dejar botado a su marcador. Es decir, en este tipo de desmarques lo que se busca es desequilibrar al rival y hacer daño, mientras que el anterior lo que busca es liberar la presión de un compañero.

Las ventajas de hacer un buen desmarque de ruptura son: Progresar en ataque o crear un contraataque de manera efectiva y finalizarlo, y también, crear y ocupar los espacios libres.

Desmarque combinado o mixto

Ahora bien, en este tipo de desmarque es cuando se dan los dos casos anteriores en una misma jugada, pero con diferentes jugadores. Por ejemplo, digamos que se hizo el hipotético saque de meta que mencionamos anteriormente. El contención se desmarcó para apoyar al central, pero recibió de espaldas al marco, entonces simplemente le regresa el balón al central y ahora el lateral por derecha corre hacia el frente por la banda para pedir el balón filtrado. Aquí se están viendo entonces dos diferentes tipos de desmarques.

Maneras de hacer un desmarque

Vamos a explicar las diferentes formas que se puede realizar a la hora de hacer un desmarque.

La primera es de apoyo, acercándose al jugador que tiene el balón para ser una opción de pase. La segunda es alejarse, para así crear un espacio. La tercera forma es acercar al adversario, o también llamado jalar la marca para generar un espacio para que pueda recibir el balón otro jugador diferente al que hace el desmarque. Es básicamente cómo hacer una finta de que el que se desmarca será el receptor del balón, pero en realidad solo es un conejillo de indias. 

El siguiente es cuando a la hora de realizar el desmarque, lo que haces es superar al adversario. Es decir, correr para alejarse de este y superarlo a velocidad. Y el siguiente nos sirve para tener siempre al equipo bien colocado. Usamos esos desmarques de apoyo para que la línea defensiva esté bien colocada para cuando tengamos una pérdida, poder robar el balón.

Y, por último, vamos a hablar también del desmarque cruzado. Se trata cuando dos jugadores de tu equipo hacen una trayectoria cruzada al mismo tiempo, de manera que quedan en diferentes posiciones a cómo iniciaron la jugada y obligan también sus respectivos marcadores a seguirlos en diagonal en su trayectoria perpendicular.

Desmarque defensivo

Hay un concepto también muy interesante, cuando hablamos de los desmarques, y es el desmarque defensivo. Es cuando un jugador individual o un bloque o una línea le hace un desmarque acercándose a la portería contraria para dejar a los atacantes del equipo rival en fuera de juego, o fuera de la jugada de ataque de ese equipo.

Se trata básicamente de la acción de “tirar la línea” o “achicar el campo”, acción que hace la línea defensiva de un equipo para dejar a los jugadores del equipo rival en fuera de lugar. Esa situación es en realidad un desmarque de tipo defensivo.

APOYOS

A continuación, analizamos un principio táctico ofensivo de movimiento o movilidad: los “Apoyos”. Antes de ello, te recomendamos que te des una vuelta por nuestro blog o por nuestros videos, donde podrás encontrar un par de trabajos sobre los desmarques y la conservación del balón, conceptos que te serán de ayuda para entender a la perfección los apoyos.

¿Qué son los apoyos?

Son movimientos en ataque que realizan todos los jugadores de un equipo en torno al poseedor del balón para progresar en ataque.

Ahora, existen tres tipos de apoyo, dependiendo de la posición en el campo:

  • Lateral
  • Diagonal
  • De profundidad: Dentro de los apoyos de profundidad nos encontramos una subdivisión:
    • Desde atrás
    • Desde adelante.

A continuación, daremos una explicación más detallada, pero antes de eso

Antes de empezar a explicar los diferentes tipos de apoyo, hay que hacer una observación. Para que el movimiento sea considerado un apoyo, NO debe de existir presión del rival. De lo contrario, si un rival estuviera presionándote, el movimiento sería de desmarque. Por lo tanto, la única diferencia entre un apoyo y un desmarque, es la presión del rival o la falta de esta. Ahora sí, profundicemos en los tipos de apoyo.

Tipos de apoyos

A lo largo de un partido, podremos encontrar distintos tipos de apoyo.

Primero, vamos a recalcar la definición de este principio táctico ofensivo. Un movimiento de apoyo consiste en alejarse o acercarse al poseedor del balón, con la intención de darle opción para continuar con el desarrollo de la jugada. Dependiendo de la posición que tengamos en el campo, será el tipo de apoyo a realizar:

  • Apoyo lateral: Este se presenta cuando, por poner un ejemplo, un defensa central apoya al otro central, ya sea acercándose o alejándose de él, en la misma línea de defensa.
  • Apoyo en diagonal: La mejor manera de explicarlo es a través de un ejemplo. Imaginemos que el volante hace un recorrido en diagonal al espacio libre y, al ver esto, el central, que es el poseedor del balón y que no está siendo presionado, le da un pase en dicha dirección. El volante ha hecho un apoyo en diagonal, pues no había rival y todo lo hacen jugadores que no tienen marca.
  • Apoyo en profundidad: Nuevamente buscaremos explicarlo mediante un ejemplo. El lateral derecho hace un movimiento de desmarque en profundidad, corriendo en paralelo sobre la línea de banda, apoyando así al central que es quien tiene el balón.
    • En otro ejemplo, imaginemos que el balón esta en medio campo. Si un defensa se acerca a pedir el balón, el movimiento de apoyo es “desde atrás”. Si es el delantero quien se acerca, entonces es “desde adelante”.

Estos son los diferentes tipos de apoyo que nos podemos encontrar a lo largo de un partido y lo que tenemos que trabajar con nuestro equipo. ¿Para qué? Para darle más fluidez al equipo a la hora de circular la pelota y poder tener una ocasión de gol.

Si hacemos buenos movimientos de apoyo, nuestro juego se verá beneficiado de múltiples formas. En principio, nuestros jugadores tendrán mayor movilidad con lo que el poseedor del balón tendrá más y mejores opciones. Además, la circulación del balón será mucho más fluida, dificultando así la labor en defensa del equipo rival.

Y al final, ¿para qué hacemos estos movimientos? ¿qué provocan en el desarrollo del juego? Lo primero es que nuestros compañeros podrán aparecer cerca del balón sin ser perseguidos por el adversario, facilitando así las opciones de pase. Ahora, si por el contrario, el adversario decide si perseguir a nuestro jugador, entonces se habrá creado un espacio adicional, mismo que podrá ser ocupado por alguno de nuestros jugadores, a quien le daremos el pase y podremos seguir realizando estos movimientos de apoyo una y otra vez.

CAMBIOS DE RITMO

Los cambios de ritmo pertenecen a los principios tácticos ofensivos de movimiento o movilidad, pero que ventajas tienen y que diferencia hay con las arrancadas.

¿Qué son los cambios de ritmo?

Son una acción que realiza el jugador con el balón. Los cambios de ritmo consisten en variar la velocidad de acción para desconcentrar así, al equipo rival. No debemos de olvidar que los contraataques y las temporizaciones están relacionadas también con este principio.

VENTAJAS DE LOS CAMBIOS DE RITMO EN FÚTBOL

Ahora, vale la pena hablar sobre las ventajas tiene en el fútbol actual el hacer buenos cambios de ritmo. Estas son algunas de ellas:

  • Desequilibrar la defensa rival: Imaginemos que estamos en una situación en la que tenemos que hacer un “uno contra uno”. Si el defensa en cuestión es más lento que nuestro atacante, con un cambio de ritmo se puede deshacer de él fácilmente.
  • Superar la presión del equipo rival: No existe una estrategia mejor en el fútbol para superar la presión del rival, que hacer un uno contra uno y que tu jugador sea el que salga beneficiado de ello. Eso provoca que el equipo rival tenga que venir a hacer ayudas o coberturas, con lo que se van a crear espacios para que nuestro equipo, de manera ofensiva, pueda ocuparlas y generar así, una ocasión de gol.
  • Ocupar y aprovechar los espacios libres: Debido a ese cambio de ritmo estamos provocando que el equipo rival tenga diversos desequilibrios en defensa. Esto genera nuevos espacios que nuestros compañeros pueden aprovechar. Como ya lo dijimos con anterioridad, esta es una situación propicia para que se genere una ocasión de ataque que pueda terminar en gol, o al menos, en un disparo a puerta.
  • Desgastar físicamente al equipo contrario: Si nosotros tenemos un jugador, un extremo, un lateral o un centrocampista por poner un ejemplo que es muy bueno dominando los cambios de ritmo, se vuelve un arma muy poderosa. Si cada vez que reciba la pelota, utiliza esos cambios de ritmo contra su marcador, logrará que este defensor tenga un mayor desgaste y se canse debido a que tiene que hacer muchos sprints continuos. Además, si tu jugador es el que sale victorioso de dichos cambios de ritmo, el desgaste físico afectará a otros elementos del equipo rival, ya que tendrán que hacer movimientos de ayuda, en su mayoría a máxima velocidad. Al final, lo que estaríamos logrando es un desequilibrio tanto individual como colectivo gracias a este movimiento de cambio de ritmo.

DIFERENCIA ENTRE CAMBIO DE RITMO Y ARRANCADA

Ahora, una aclaración importante. Una de las grandes dudas que nos podemos encontrar en el mundo del fútbol es saber diferenciar lo que es una arrancada y lo que es un cambio de ritmo. La arrancada consiste en buscar una aceleración rápida de pocos metros, estando previamente en alto total. El cambio de ritmo se efectúa cuando estamos en movimiento y queremos hacer un aumento (o una disminución) de velocidad.

A lo largo de la historia del fútbol podríamos citar multitud de ejemplos de esos jugadores que hayan usado el cambio de ritmo como un regate o como algo para sacar beneficio en ataque. Sin embargo, sin duda tenemos que destacar a Ronaldinho Gaucho. Él era un jugador, un genio que dominaba tanto la arrancada como también los cambios de ritmo manteniendo el control total del balón.

Aquí también podemos hablar de otros casos relevantes, como lo fue Faustino Asprilla, ese jugador colombiano que tenía esa gran cualidad de cambiar el ritmo a placer. Otro buen ejemplo es Kaká, que era un jugador brasileño. Él estuvo en el Milán y también en el Real Madrid, pero fue durante su etapa en el Milán donde vivió sus mejores años. Cuando tenía el balón, parecía que ya lo había atrapado el defensa, pero de la nada hacía un cambio de ritmo, aumentaba esa velocidad y lo dejaba atrás. Finalmente, podemos hablar de algunos otros buenos ejemplos, como lo son Diego Armando Maradona, Gareth Bale o Lionel Messi.

CAMBIOS DE DIRECCIÓN

¡Continuamos! y seguiremos hablando de los principios ofensivos tácticos de movimiento/movilidad, y en esta ocasión, toca el turno de los “Cambios de dirección”.

¿Qué son los cambios de dirección?

Los cambios de dirección son movimientos de aceleración, velocidad y agilidad con desplazamiento que realizan los jugadores a lo largo de un partido.

Tipos de cambios de dirección

Para hablar de los tipos de cambios de dirección, nos encontramos que estos se clasifican en función a los movimientos que realizan los jugadores con respecto al compañero, con respecto al rival o con respecto a la situación del campo. De esta forma, vemos que podemos englobar todos los cambios de dirección en las siguientes 5 categorías:

  • Derecha
  • Izquierda
  • Delante
  • Atrás
  • En diagonal

IMPORTANCIA DE ESTOS MOVIMIENTOS

Basta señalar como anécdota que, a lo largo de los partidos, cada jugador realiza como media unos 50 cambios de dirección. Con esto nos debe de quedar muy clara la gran importancia que tiene entrenarlos y trabajarlos a lo largo de la temporada y del año. Debemos de lograr que todos nuestros jugadores sean especialistas en ellos.

A lo largo de la historia del fútbol, aquellos jugadores que dominan esos cambios de dirección son los que logran sobresalir del resto. Indiscutiblemente tenemos que hablar de jugadores españoles como Xavi e Iniesta, que quizá son los máximos exponentes en la historia reciente. Lo que lograban juntos en el campo era algo brutal. Luego, también podemos destacar a Johan Cruyff, así como también a Zinedine Zidane, quién, además, tenía la magia de que pareciera que lo hacía en cámara lenta. Al día de hoy, se pueden destacar algunos que siguen activos (además de Iniesta), como Thiago Alcántara que es muy bueno haciendo cambios de dirección a la misma vez que recibiendo la pelota.

¿Cuáles son las ventajas de hacer cambios de dirección?

Encontramos tres principales ventajas:

  • Facilidad para deshacerse de los rivales, ya que con un mismo control y un cambio de dirección efectivo podemos dejar a un rival atrás.
  • Proteger la posesión del balón. Por poner un ejemplo, al recibir un esférico, con un cambio de dirección puedo anteponer mi cuerpo al defensor, con lo que estoy protegiendo esa posesión de balón. Y por supuesto, no está de más mencionar que con esto, estaremos en una posición que nos permitirá realizar un regate para que la jugada ofensiva progrese.
  • Finalmente, si dominamos esos cambios de dirección, podemos hacer que la jugada de ataque tenga mayor sentido. Que pueda progresar e incluso que podamos terminar finalizando con un disparo a puerta con potencial de gol.

¿Por qué tenemos que trabajar o integrar los cambios de dirección en los entrenamientos?

En el fútbol actual, muchos de los sprints se realizan con cambios de dirección. Ha aumentado la competitividad, han disminuido los segundos que los jugadores tienen para poder tomar decisiones y ejecutar las jugadas y, si dominan los cambios de dirección, tendrán mucha más seguridad a la hora de proteger la posesión del balón o de progresar en ataque.

En el fútbol moderno han aumentado un 50% los cambios de dirección a alta intensidad. De la mano, esta mayor velocidad que tiene el fútbol actual nos obliga a mejorar la técnica individual del jugador. Con estas dos habilidades, nuestros compañeros verán potencializada su ejecución en velocidad, logrando que nuestro equipo como un conjunto se vea beneficiado.

PAREDES

Es un principio táctico ofensivo de penetración: Las “Paredes”. Te encantan y lo sabes.

¿Qué son las paredes?

Las paredes son la entrega y devolución rápida del balón entre 2 o más jugadores de un equipo mediante un solo toque o contacto al balón.

Cuando tenemos un balón, siempre nos encontramos buscando superar o rebasar rivales.  La gambeta podría ser una alternativa, sin embargo, lo más normal es que yo le dé un pase a mi compañero, que yo me desmarque, ya sea de ruptura o de apoyo, y que mi compañero me devuelva el balón de primera intención para rebasar a ese jugador. Eso sería una jugada de pared, y dicen los que saben de fútbol que es una de las jugadas más difíciles de defender.  

¿Por qué debemos usar las paredes con nuestro equipo?

Encontramos 4 utilidades fundamentales para las jugadas de pared:

  • Para superar a un adversario o una línea defensiva completa. Recordemos que una línea defensiva es un fragmento de la estructura en defensa del equipo rival. Puede ser la línea de delanteros, la línea de medios o puede ser la línea de defensas.
  • Para poder progresar el balón: Entre más practicamos y ejecutamos el toque del balón, mayor facilidad tendrán nuestros compañeros para moverse en el campo. Por lo mismo, el rival se encontrará en una posición más complicada para defender y tocar el balón. En este escenario, las paredes son claves para poder dejar atrás a ciertos defensores.
  • Para lograr cambios en el ritmo de juego: Esta ventaja la vemos principalmente cuando atacamos y estamos en la zona tres del campo, es decir, cerca de la portería rival. Aquí es donde por lo general, encontramos más tráfico de defensores por lo que los cambios en el ritmo de juego serán un buen aliado. Nosotros tocamos la pelota con compañero, y de pronto, realizamos una pared. ¿Para qué? Para penetrar, para conseguir hacer daño al equipo rival y dificultarles la labor defensiva.
  • Finalmente, las jugadas de pared son esenciales para conservar la posesión del balón. Cuando nosotros realizamos paredes, si lo hacemos con el “timing” preciso, (tanto el jugador que da el pase como el que se mueve para recibirlo), lograremos mantener el balón en nuestro control por mayor tiempo y en una postura mucho más clara en ataque.

¿Qué tipos de paredes nos encontramos en fútbol?

Para hablar de los tipos de paredes, debemos entender que podemos clasificarlas de acuerdo a distintos factores.

  • El primer tipo de paredes del que vamos a hablar es en función de la trayectoria. Pueden ser paredes cortas y paredes largas, de mayor distancia. Si un compañero me cede la pelota y yo, aprovechando un espacio largo al frente de, por poner un ejemplo, 30 metros, le devuelvo el balón filtrado a ese espacio de primera intención, sería una pared larga. Mientras que la corta sería cuando le devuelvo a un compañero que me dio la bola a unos cuantos metros.
  • Por el tipo de pase. Existen las paredes que son rasas, es decir, la pelota todo el tiempo permanece sobre el pasto, pero también podemos realizar paredes mediante el juego aéreo, que es cuando el balón llega a levantarse y el jugador que lo recibe debe de bajarlo y controlarlo.
  • Hablemos ahora de las paredes en función a la relación al balón. En este contexto, podemos encontrar una pared lateral, una pared diagonal, una pared desde atrás o una pared desde adelante. Laterales son aquellas en las que no se avanzan metros hacia la portería, diagonal es en la que, con la línea de pase, se crea una línea diagonal. Mientras tanto, las que parten desde atrás buscan ir al frente, mientras que las que vienen de adelante buscan apoyarse en zona de seguridad.
  • Finalmente, podemos hablar de una pared sencilla, el uno/dos que conocemos normalmente, o bien de una pared doble, donde la recibe un tercer jugador. A esta variedad también se le conoce como “triangulación”. La pared sencilla es en donde solo se dan dos toques al balón, primero de quién parte y luego de quien la devuelve. En las triangulaciones, un jugador la cede a otro compañero, que, a su vez, de primera intención, se apoya con un tercero que la recibe.

ESPACIOS LIBRES

Ocupar los espacios es parte indispensable del fútbol. ¡Mucho ojo! con este principio táctico ofensivo de penetración: Los espacios libres.

¿Qué son los espacios libres?

Son las zonas del campo abandonadas por el adversario, a veces, de forma voluntaria, otras provocadas de las que nos aprovechamos de manera inteligente.

Para que lo entendamos, pongamos un ejemplo. Un espacio libre se genera cuando, por ejemplo, un delantero viene a recibir un balón al centro del campo. Ese movimiento hace que un defensa central lo persiga, lo que genera que ahí se queda una zona desocupada en la defensa rival. Ante esto, nosotros le decimos a nuestros jugadores, pueden ser los de bandas o bien un delantero centro o un media punta, que vaya a ocupar esos espacios para poder enviarle el balón. Eso es creación y ocupación de espacios.

¿Por qué debemos trabajar los espacios libres con tu equipo?

No olvidemos que siempre, nuestra intención será generar peligro de cara a la portería del rival, así que, al generar espacios libres, lo que buscamos es tener un panorama claro que nos permita desarrollar una jugada peligrosa en ataque. Son tres las principales ventajas.

  • Intentar mover al equipo adversario para que se generen espacios: A veces, es necesario tener movilidad para poder quitarnos esa pegajosa marca al hombre. Si el rival trabaja en zona es un poco más difícil, pero si trabaja en defensa con marcación personal, entonces la generación de espacios libres se puede convertir en nuestro mejor aliado.
  • Conseguir profundidad ofensiva: Si logramos que los defensas rivales corran y persigan el balón, esto provocará que algunos espacios queden desatendidos. Esto, nos dará la opción de mandar el balón a esa zona, logrando penetrar en las líneas del equipo contrario.
    • Amplitud ofensiva. Muchas veces, nos traemos al extremo que se trae la marca del lateral y con eso, nos queda una zona libre por la banda para que nuestro lateral o carrilero suba, con lo que ahí estamos dando amplitud al equipo. Estos dos aspectos son muy importantes a tener en cuenta y a trabajar con nuestros jugadores.
  • Y, por último, buscar posiciones favorables en el juego ofensivo. ¿Eso qué quiere decir? Quiere decir que nosotros, de manera inteligente, vamos a mover esos jugadores para que se desocupen esa zona y podamos ocuparla con nuestros jugadores. Para ello necesitamos trabajar mucho y muy bien en las funciones de cada jugador a la hora de atacar para saber cuál es el plan a seguir y para poner en dificultades al equipo rival.

Ejemplos en pizarra de creación de espacio

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la forma principal de crear espacios libres es consiguiendo arrastrar a nuestros marcadores. Expliquémoslo con un ejemplo.

Primer ejemplo

Imaginemos un escenario en el que nuestro medio campista tiene el balón en ataque. En punta, está nuestro delantero centro con una marca pegajosa del defensa central. Nuestro delantero se bota y se acerca a nosotros pidiendo el balón, arrastrando la marca con él. Esto ya generó un espacio libre el cual, debe de ser ocupado por nosotros. Nuestro mediocampista para el balón en medio campo y corre al espacio creado, ganándole la espalda al defensa en cuestión. Ahí, estará listo para recibir de vuelta el pase con una posición clara frente a la portería. Nuestro delantero nunca estuvo en contacto con el balón, pero su movimiento fue clave en la generación del espacio.

Segundo ejemplo

Ocupación del espacio libre por otro compañero. En este caso, el volante, en vez de darle el balón al delantero, le da el balón al enganche y a la misma vez, el volante correrá hacia ese espacio libre que se ha creado, en donde el enganche le pondrá el balón de vuelta. Lo que sería la tercera fase, aprovechamiento del espacio libre, llegando el balón a esa zona y a ese compañero para poder seguir jugando o hacer una jugada, en este caso.

Tercer ejemplo

Vamos a explicarlo ahora de manera colectiva, simulando un parado táctico 4-4-1-1. El balón que parte del contención, se lo pasa al enganche, que a su vez recibe el apoyo del extremo derecho que busca la pelota hacia el centro y ahí, jalando la marca, se ha creado un espacio en carril lateral para el carrilero derecho. 

Ahora bien, con ese espacio libre un central tendrá que salir a la banda, otro se quedará con el delantero y, si el contención de nuestro equipo aprovecha esa área dejada, el lateral derecho de los contrarios tendrá que venir al centro a marcarlo. Por tanto, lo ideal sería cambiar el juego del lateral derecho al extremo izquierdo, que tendrá toda su zona libre para ingresar en diagonal a la portería.

Explicación con diferentes parados tácticos

  • A veces, por la confrontación de dos sistemas diferentes, es cierto que se crean unos espacios, por ejemplo, si yo juego con un sistema 4-4-2 y el otro equipo con un 3-5-2, se van a quedar unos espacios que pueden ser ocupados de manera involuntaria, tan sólo por la confrontación de sistemas.
  • Otras veces, tenemos el otro tipo, el que se va a generar o se va a crear esos espacios de forma voluntaria, que es lo que hemos estado explicando a lo largo del artículo. Si yo le digo a un jugador qué función o qué movimiento tiene que realizar para que atraiga al equipo rival, entonces aparecerán esos espacios de manera voluntaria para que puedan ser ocupados por los compañeros.

Esos son los dos tipos que podemos encontrar. Involuntario debido al sistema, la estructura táctica, a las funciones y lo que se trabaje, casi siempre como se habla de estrategia operativa, para hacer daño al rival.

DESDOBLAMIENTOS

Y continuamos hablando sobre los principios tácticos ofensivos de penetración que son los desdoblamientos.

¿Qué son los desdoblamientos?

Los desdoblamientos son acciones ofensivas que se realizan entre dos o más jugadores del equipo que posee el balón. Consiste en intercambiar posiciones permitiendo cubrir los espacios libres dejados por el jugador que se ha sumado al ataque. Por lo tanto, podemos decir que este movimiento tiene una finalidad defensiva.

Dentro de los desdoblamientos, existen dos modalidades:

  • Ofensivo: Se realiza cuando tenemos posesión del balón y queremos cubrir algún espacio que ha quedado libre.
  • Defensivo: Se realiza cuando el equipo rival tiene la posesión del balón.

Ejemplos en la pizarra

Se pueden mencionar miles de ejemplos, pero uno muy común se da cuando un defensa lateral se suma al ataque. Cuando el defensa central pasa al balón a un mediocampista, es frecuente que el defensa lateral se sume al ataque por la banda. Ante este movimiento, se crea un hueco en defensa que podría ser problemático en caso de perder el balón. Por lo tanto, el defensa central puede realizar un desdoblamiento a la banda para cubrir dicho espacio mientras que el resto de la defensa harán movimientos similares dependiendo del flujo de la jugada.

Ventajas de usar los desdoblamientos con tu equipo.

  • La primera ventaja que tiene es poder atacar a cualquier equipo. Incluso da igual que sea uno o varios jugadores y, además, en diferentes zonas del campo, sin perder la racionalidad defensiva del equipo. Esa ocupación defensiva de cada uno de ellos es importante para que, si se pierde el balón o la posesión, no podamos ser atacados de manera rápida.
  • La segunda es una acción ofensiva, porque verán que nosotros atacamos, pero a la misma vez, anticipamos si hay un robo. ¿Qué quiere decir esto? Que nosotros sabemos que, aunque se pierda la posesión del balón en una zona, esa zona que se ha quedado creada va a ser ocupada por otro jugador nuestro para que el rival no pueda hacernos daños en esa zona.
  • Y la tercera, favorece la cohesión y la cooperación del equipo. La cohesión, porque siempre el equipo va a estar compacto, eso le da una solidez defensiva y a la misma vez, también ofensiva. Si vemos un partido del Atlético de Madrid sabemos de lo que estamos hablando, o incluso del Manchester City de Guardiola. Y la segunda es la cooperación… ¿por qué? Porque todos los jugadores van a tener no sólo una función sino van a tener varias funciones para saber qué tienen que hacer a la hora de perder la pelota y poder ayudar al compañero. O sea, a la misma vez que un jugador está atacando, hay otros compañeros que están haciendo ese trabajo preventivo defensivo por si se pierde esa ocasión de gol o esa posesión.

¿Esto qué quiere decir? Si el equipo es capaz de tener muy bien interiorizado este principio táctico, hace que sea mucho más competitivo que es lo que cada uno quiere cuando se pone al mando de un equipo.

Ahora vamos a hablar de los diferentes tipos de desdoblamientos que podemos encontrarnos.

  • Primero, va en función del número de jugadores que intervienen en la acción.
  • La segunda, que puede ser por banda o por el centro, es decir, carriles centrales o carriles laterales, y todo va a depender de las diferentes zonas del terreno de juego que ocupemos.

Los desdoblamientos simples y complejos

El desdoblamiento se considera simple cuando sólo interviene un jugador en él. Para poner un ejemplo en pizarra, imaginemos una jugada en la que el mediocampista tiene el balón. Por la banda izquierda, el lateral se suma al ataque y recibe el balón, sumando hombres en ofensiva, pero dejando un hueco en defensa. Para evitar un riesgo innecesario, el mismo centrocampista que le pasó el balón al lateral, en lugar de acompañar al frente, hace un movimiento hacia atrás para ocupar el espacio que quedó vacío. El resto de los jugadores de defensa mantienen su posición original. En este caso, es un desdoblamiento simple, ya que sólo un jugador lo realizó.

¿Qué pasa en el fútbol real? La inmensa mayoría de los desdoblamientos son complejos, donde hay muchos jugadores que intervienen. Por ejemplo, si un defensa sube al ataque por la banda derecha, es normal que, siguiendo el flujo de la jugada, el central recorra su posición para ocupar el espacio que se creó, y junto con él, el resto de los defensas se desplacen a la derecha de acuerdo al flujo de la jugada. Los equipos se mueven en bloque, manteniendo una formación compacta, especialmente en defensa.

Desdoblamientos por banda o por el centro.

Ahora, también podemos clasificar los desdoblamientos dependiendo si se realizan en un carril central o carril lateral. Cuando el espacio se crea en el centro del campo, es habitual que algún jugador ocupe dicha posición, por lo que el movimiento se dará en el carril central. Del otro lado, en los ejemplos que pusimos anteriormente, en los que un lateral se suma al ataque, el desdoblamiento se da en carriles laterales, quedando así ejemplificados ambos posibles escenarios.

Por lo tanto, podemos observar que los desdoblamientos son muy importantes en el fútbol moderno, tanto en la fase ofensiva, como defensiva.

PROGRESIONES

Hoy es el turno de hablar de las progresiones, una estrategia de gran utilidad dentro del fútbol de alto rendimiento.

¿Qué es la progresión?

Las progresiones son acciones individuales y colectivas que permiten llevar el balón en un sentido perpendicular a la portería adversaria, implicando, por tanto, el avance de los futbolistas en el campo.

Ahora, ¿de qué depende el hacer una buena progresión y cuáles son las ventajas de estos movimientos?

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el objetivo del fútbol es atacar al rival, por lo que el juego en profundidad es el fin último. Por lo tanto, cuando nuestros jugadores tienen la posesión pelota, es importante intentar dar un pase vertical, un pase en ataque. En otras palabras, hablamos de un pase que nos permita superar una o varias líneas defensivas de jugadores rivales para poder llegar a la portería. Debemos aclarar que no se trata de llegar al ataque “lo antes posible”, pero si en el mejor momento o en el menor número de pases. Por lo tanto, a fin de priorizar la profundidad, se debe de evitar jugar de forma horizontal y hacerlo de forma vertical.

El segundo punto a considerar es la importancia de jugar en amplitud. Si cometemos el error de centrar nuestro juego en un solo carril, el carril central por poner un ejemplo, estamos generando un efecto embudo que le facilitará al rival las labores defensivas. Para evitar lo anterior, debemos de darle mayor amplitud a nuestro juego al mismo tiempo que buscamos realizar pases verticales. Si utilizamos de forma frecuente y alternada los distintos carriles del campo, el equipo rival tendrá muchas más dificultades para recuperar el balón. Nosotros podremos abrir el juego y encontrar esos carriles libres que nos permitirán encontrar la portería contraria en las mejores condiciones posibles.

El tercer y último punto a tocar es la movilidad constante de los jugadores. La utilidad de esto es muy clara: A mayor movilidad, más y mejores espacios podremos crear. (Esto ya lo hemos visto en otros videos y artículos de Fútbol Secrets). Y no se trata sólo de crear espacios, también sirve para ocupar espacios libres o para generar carriles que les permitirán a nuestros jugadores realizar desmarques de ruptura.

Ahora, ¿para qué sirve este principio táctico ofensivo? ¿Cuáles son las ventajas reales de la progresión?

  • La primera ventaja está clara: Pasar de situaciones retrasadas a situaciones de ataque y así conseguir, utilizar esas progresiones para poder llegar a una posición de ataque que nos resulte ventajosa.
  • La segunda finalidad es igual de clara: Vamos a buscar con estos movimientos el tener un juego mucho más vertical. Vamos a conseguir más pases en ataque y menos juego horizontal. Si bien, los pases horizontales no son malos y nos permiten darle una pausa al juego, la realidad es que vamos a intentar no utilizarlos cuando pongamos en práctica este principio táctico. Vamos a querer priorizar la profundidad, buscaremos romper líneas e intentar hacer daño al equipo rival con el mínimo de pases posibles.

Ahora, una pregunta clave. ¿Cuándo podemos poner este principio táctico en funcionamiento? Sobre todo, en las transiciones defensa/ataque o en los contraataques. Lo que queremos es que, si nosotros hacemos esto de manera rápida, el equipo rival no tenga el tiempo suficiente para organizarse en defensa. Si lo logramos, nosotros vamos a poder llegar al ataque de una manera más adecuada y vamos a poder conseguir poner al rival en peligro. Al final, lo que buscamos es marcar un gol y con este principio táctico bien aplicado, estaremos en una situación inmejorable de cara a este fin.

Así es como podrás aplicar las diferentes progresiones, para que comandes el ataque de tu equipo y puedan llegar al gol.

ATAQUE

Continuando con esta serie de artículos, este bloque, está conformado por un principio táctico ofensivo de improvisación: el ataque.

¿Qué es el principio del ataque?

El ataque es la acción de todo el equipo intentando llegar a la portería contraria con el balón una vez puesto en juego o una vez recuperado. Podemos distinguir 2 tipos de ataque: Ataque posicional y contraataque, o también llamada transición defensa/ataque.

Ataque posicional

  • El ataque posicional: Es aquel en el que intervienen la mayoría de jugadores del equipo. Suele ser más complejo, y por ser algo estructurado, se necesita que más jugadores entren en sociedad y en asociación con compañeros para que ese balón que está en zona 1 llegue a zona 3. Necesita de un trabajo más colectivo, más pausado y con menos verticalidad.

Contraataque

  • El contraataque o transición defensa/ataque. Una vez que hemos recuperado el balón, se busca llegar a la portería adversaria, casi siempre con el mínimo de toques posibles y de jugadores implicados. Con esto, buscamos sorprender al equipo contrario desorganizado y poder hacer daño y poder conseguir el gol.  

Ahora bien, vamos a explicarlo con un ejemplo descriptivo. Tomemos como referencia el inicio de un encuentro. El equipo que pone el balón en movimiento sacará del centro y va a armar un ataque posicional, un ataque organizado. El jugador con el número “6” toma el balón y recibe la presión de los rivales. El balón comienza a circular por sus distintos compañeros e incluso puede llegar a su portero, desde donde iniciará un ataque organizado con un juego asociativo. La idea es ir avanzando en el terreno de juego con una sucesión de pases que involucren a la mayor cantidad de jugadores posibles. El equipo progresa de manera colectiva. La característica principal es la gran cantidad de jugadores que se involucran en la jugada.

Ahora, ¿qué pasa con los contragolpes? Un ejemplo de este tipo de ataque se da cuando el portero va directamente a buscar al delantero y este delantero la baja y, a partir de aquí, se va a ver este fútbol más posicional, con un juego más vertical, que se puede ver también. Igual sucede cuando se recupera el balón en defensa y se da un par de pases verticales que busquen brincar líneas para llegar de inmediato a la portería del rival.

Ataque vertical

También se puede dar la combinación del juego posicional más ataque rápido. También se le puede conocer como ataque vertical, donde un mismo pase va a romper líneas de defensa. Aquí el balón se le da a un defensa que recibirá la presión de la primera línea defensiva de los rivales, que en este caso será su delantero centro. Los otros delanteros y los medios ofensivos constituyen la segunda línea defensiva y el mediocampista central la tercera. Con este ejemplo, el defensa central de nuestro equipo buscará enganchar con el delantero, con lo que, en un pase raso, (y no elevado como en estrategias ofensivas previas), rompe esas tres líneas defensivas. Con esto, se busca tener un enfoque 100% pero con pases seguros.

Ahora, vamos a explicar el contraataque o la transición defensa/ataque. Vamos a imaginar que nuestro equipo está siendo presionado por los delanteros rivales. De pronto, nuestra defensa logra robar el balón al centro delantero rival. Nuestro defensor brinca líneas y logra entregar el balón en un pase largo a nuestro centro delantero. A partir de aquí, se dan dos posibles escenarios: a) Si es posible, nuestro delantero mantendrá la postura de ataque, logrando un contragolpe efectivo, o b) Nuestro delantero retrasará el balón en un pase de seguridad y a partir de aquí, se buscará establecer un ataque organizado. La magia del contragolpe es la gran posibilidad de tomar a nuestro rival desorganizado. Para eso, la velocidad es vital y esa es la razón por la que no utilizamos tantos jugadores en esta forma de ataque. Aquí, la prioridad es la verticalidad.

Tipos de ataque posicional

Para concluir, podemos ver que, dentro del ataque posicional, se destacan tres tipos de ataque:

  • Directo
  • El ataque vertical o rápido
  • Mixto.

Así que, ahora que ya conoces los diferentes tipos de ataque, podrás aplicarlos con tu equipo para ser más contundentes.

RITMO DE JUEGO

El objetivo principal del fútbol es llegar a la portería contraria y consumar un gol. Ahora, aunque pueda sonar sencillo, no se trata de una tarea fácil. Es por eso que existen múltiples principios tácticos ofensivos que ayudarán a tu equipo a cumplir con esta meta con mayor facilidad. Nos encargamos de explicarte un principio táctico ofensivo de improvisación, que es el ritmo de juego.

¿Qué es el ritmo de juego?

Es una acción colectiva que alterna lentitud o velocidad, juego corto o juego largo para conseguir ventaja sobre el rival. Mediante los cambios de ritmo, se busca complicar la labor defensiva de nuestros rivales.

Existen dos tipos de ritmo de juego: el ritmo de juego lento y el ritmo de juego rápido.

Ritmo de juego lento

  • El ritmo de juego lento es una acción colectiva que usa el equipo para mover al rival. Dado que los pases que aquí se emplean son de seguridad, cuando buscamos establecer un ritmo de juego lento, se logra minimizar en gran medida el número de errores que nuestro equipo pudiera cometer. El pase seguro y al pie es la base en este caso. Ahora, ¿para qué se utiliza un ritmo lento de juego? Básicamente, para mover al rival y buscar generar espacios. A su vez, el rival se va a bascular, se va a ir cansando de perseguir el balón y en el momento que cometa un error en defensa o deje un espacio dentro de la misma, algún carril libre o algún huevo desatendido, se podrá empelar por sorpresa con cambio de ritmo, acelerando el movimiento del balón y aprovechándose del efecto sorpresa.

Ritmo de juego rápido

  • Por su parte, el ritmo de juego rápido consiste en dar pases con más intensidad, con más velocidad y que busquen brincar una o varias líneas. Al ser pases más arriesgados, corremos con la posibilidad de incrementar el número de errores, aunque también, es más probable lograr una opción de verdadero peligro de cara a la portería rival. Por lo tanto, si queremos atacar al rival y hacerle daño, es cierto que con un ritmo de juego lento es más complicado que con un juego o con un ritmo de juego rápido, por lo que este último es más útil para un planteamiento ofensivo.

Una observación muy relevante. Por la proporción a cometer más errores, cuando buscamos implementar un ritmo de juego rápido, todos nuestros jugadores deben de estar extremadamente atentos y preparados ante una posible pérdida del balón. De lo contrario, nos exponemos a ser víctimas de un contragolpe en contra, que como ya vimos en otro de los artículos, representaría un serio peligro de gol.

Ahora, en definitiva, la mejor estrategia consiste en tener la capacidad de combinar ambos ritmos de juego. Debemos de tener la sensibilidad de saber cuándo el partido necesita llevar un ritmo de juego lento y cuando necesita llevar un ritmo de juego a mayor velocidad.

Un par de observaciones finales. Cuando nuestro equipo requiere recuperarse físicamente después de un gran esfuerzo, es el momento perfecto para buscar implementar un ritmo lento de juego. Así, será el balón el que corra y no nuestros jugadores, además que lograremos cansar a los rivales, que estarán persiguiendo el balón producto de nuestros pases.

Por lo anterior, es muy importante que nuestro equipo entrene este principio táctico ofensivo. Una vez que seamos capaces de mantener esos cambios de ritmo constantes, ya que podamos ir y venir de un ritmo de juego rápido a un ritmo de mayor lentitud, habremos conseguido ser un equipo mucho más competitivo.

Por esa razón tenemos los principios tácticos ofensivos para hacer que tu equipo sea más efectivo y contundente al ataque.

 

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